Primero, hay que desterrar la idea de tener hijos perfectos porque nadie los tiene. y por otro lado, hay que aceptar que todos los padres somos seres con limitaciones, esto disminuirá nuestros propios sustos y temores.
Es importante señalar, que la paternidad no depende solo de los padres, sino que es una relación que esta marcada también por el temperamento y carácter del niño, hay hijos mas dóciles y fáciles, y hay otros, con los que nos cuesta mas relacionarnos, por ello tenemos que tener la suficiente sensibilidad para captar las diferencias de nuestros hijos, y eso a veces no es tarea fácil. Cada niño es un universo único y distinto.
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